Dios el Eterno presente
A lo largo de mi vida me han sucedido
cosas de las cuales en el mismo momento que me ocurren yo me pregunto “¿que es
esto? Y me respondo también a mi misma “voy a estar pendiente, porque esto debe
tener un significado”
Son vivencias que he ido acumulando y
están tan presentes que no se olvidan,
de cierta forma me marcaron y me propuse ir desglosando cada una de esas
inquietudes.
Una de ellas esta y la forma como la he comprendido es
estudiando uno a uno los atributos de Dios , es decir que si no crees en Dios ,
no tiene sentido que sigas leyendo.
Esta creo haberla ya aclarado porque he
comprendido que es lo que se refiere cuando dicen que Dios es atemporal; como dice el diccionario.
Atemporal, que no hace referencia al tiempo, o intemporal que es independiente del curso del tiempo. Que
Dios es Omnisciente ósea que conoce el pasado, el presente y el futuro. Lo que
estamos pensando, lo que pensaremos etc.
Esto es algo que para un ser humano es
difícil de visualizar ya que nosotros estamos sujetos a cambios perennemente y
los cambios para nosotros representa paso del tiempo, un antes y un después.
Dios es intemporal o atemporal en el sentido que él es inmutable
o sea que su grado de existencia no varía en lo absoluto.
Pero no es a esa intemporalidad a la
que me refiero, me refiero más bien al hecho de si Dios puede o no cambiar el
pasado, o puede influir en el futuro, y para responder esto caeríamos en
intrincadas discusiones filosóficas, porque si Él puede cambiar el pasado es
que para el existe el tiempo, entonces lo mejor es no meterse por ahí.
Lo mejor sería ilustrarlo, con algunos
ejemplos que me han tocado vivir.
En una ocasión me dirigía a buscar unos
resultados médicos de unos exámenes que le habían realizado a mi mama. Me
encontraba nerviosa ya que eran unos exámenes
decisivos. Entonces comencé a orar y a pedirle a Dios que todo estuviera
bien osea que los resultados no dieran
positivos y tal y de repente me asalto una duda y me dije
“No
creo que este sea el mejor momento para orar, ya que has debido orar al momento
que ha tu mama le hacían el examen ya que lo que tu mama tiene ya está escrito
en ese informe y Dios en este momento no va a borrar lo que allí está escrito”
tonterías, cosas incoherentes que uno
piensa, buscándole las 5 patas al gato, de todas manera el haber orado me dio
mucha tranquilidad y fue en este momento que tome nota y me dije , tengo que
ver como analizo esta duda que me persigue la cual consiste en :
“¿en
qué momento Dios actúa?”
Ciertamente el examen dio positivo a lo
que se estaba buscando y bueno, el doctor nos dijo, a mí y al resto de la familia,
que nos quedáramos tranquilos que mi
mama iba a estar bien y que sería tratada y que de esa saldría bien y de hecho
fue así, gracias a Dios.
Lo
que quiero visualizar es que a Dios no se le escapa nada y aunque yo oré, según
mi percepción, algo tarde, de verdad no lo fue porque él ya sabía todo lo que
ocurriría y que al ir a buscar el resultado yo entraría en oración con él. Y el
daría su respuesta también, más tarde o más
temprano.
Esa pregunta que yo me repito
“¿en qué momento Dios actúa?”
El actúa, en el momento que se lo pidas
y lo que es más, Él sabe cuándo tú se lo vas a pedir, debido a que Él es omnisciente,
conoce todas las cosas, tanto las presentes como las potenciales.
Negar la omnisciencia de Dios es negar
Su omnipresencia
Este otro ejemplo que les narrare, es
el que yo digo que me marco para siempre y quizá sirva mejor para ilustrar lo
que quiero expresar, este caso que fue
primero al que ya conté y donde yo estuve involucrada como protagonista.
Fue en
la oportunidad que yo fui diagnosticada
de una terrible enfermedad.
Me encontraba en el año 1997 en la sala de espera del consultorio médico,
donde daban los resultados de las
biopsias eco guiada, la mayoría de las pacientes que allí se encontraban
desconocían los resultados de dicho examen
y había una señora que nos animaba a todas y decía
“no se preocupen todo va a salir bien”.
La señora al igual que yo, si sabía su
condición, ella estaba completamente sana y yo conocía la mía, yo estaba enferma,
yo solo iba a confirmar lo que ya sabía.
La señora continuaba hablando como una
maestra hablaría a sus alumnos, y decía:
“ahorita ustedes van pasar con el doctor y
este les va a decir no tienes nada y ustedes van a agarrar y van directo y se
compran una botellita de champagne y me celebran eso ok, han entendido?”
Yo no dejaba de pensar y de
preguntarme, será que esas palabras también son para mí? Y de verdad que en
ningún momento deseche las palabras de esta señora, aunque para mí en ese
momento me parecían absurdas y hasta debo confesar que hasta chocantes,porque
obviamente yo no iba a llegar a mi casa celebrando nada y en esos momentos tan
difíciles a uno se le hace imposible visualizar una celebración ni en ese
momento ni tampoco después.
Paso el tiempo, años, y como les había
comentado ya, ese hecho me marco porque nunca lo olvide y menos ahora que estoy
escribiendo esto.
Después de eso, yo pase por operación,
tratamientos y más exámenes y todo lo que eso implica y también fue cuando en
esa etapa de mi vida, di un alto, y comencé a crecer espiritualmente y no
solamente eso sino que comencé a pensar seriamente en Dios , cosa que hasta ese
momento debo confesar que no hacía. A pesar que estudie en un colegio de monjas
y que recibí una excelente educación católica, para ese momento debo reconocer
que yo en lo único que nombraba a Dios era en el “Gracia a Dios” que uno repite como loro.
Yo no tenía a Dios presente en mi vida
y mucho menos como una opción de salvación de cuerpo y de alma y menos como a
un ser cercano que tú le puedes plantear tus problemas.
Y hoy día, a pesar de eso yo puedo
decir que Dios ese día estaba ahí en ese consultorio y como para El no existe
el tiempo, ya Él sabía que llegaría el momento en que para mi es casi imposible que yo de un
paso sin tomarlo en cuenta a El y ahora con toda propiedad puedo decir:
“que
claro que esas palabras, que en ese momento decía la señora, también eran para
mí”