Los dos Reinos
Desde tiempos de David
Ya todo se había predicho:
Una bendición muy grande,
De un ser sobre natural
Bajaría aquí a la tierra
Porque nos quería amar
Producto de rebeldías
él fue muy mal recibido.
Pueblos y monarquías
Que antes no se comprendían
Hacían pactos y juntillas
Para hacer la oposición
violenta feroz y fría.
Que hoy sino me lo cuentan
Yo no me lo creería.
Lo que ellos no sabían
es que a ese Rey tan grandioso
nadie puede hacerle daño.
Y siempre tendrá a la mano
su trono fino y hermoso
El, de su padre amoroso
recibió gran recompensa
Y a sus crueles enemigos
Les hizo burla y turbó.
Dejemos las vanidades
Reverenciemos a Dios,
Con respeto y con temor
Confiemos con alegría
Que aunque estemos muy alegres,
Alégrate con temblor.
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