John Locke (1632-1704)
Precursor del liberalismo
Locke se ocupó de la filosofía política.
Durante parte de su vida se dedicó a combatir las teorías de Hobbes. Recogiendo
el concepto de energía de la física newtoniana, Locke definió al propietario
como aquella persona capaz de imprimir a un objeto su propia energía vital.
Todo objeto al que se ha inyectado esta energía comparte ya algo de la propia energía
del individuo, creándose así al derecho a la posesión, base de una sociedad
nueva, gestada en aquella época y opuesta a la quietud, al linaje y al
providencialismo, partidaria de la actividad y el trabajo, es decir: la
sociedad burguesa.
La sociedad civil surge del
conjunto de hombres propietarios, a través de un primer pacto. Sin embargo, la legitimación
de la sociedad civil no es suficiente para asegurar la conservación de la
propiedad y del orden. Es necesario que esa sociedad civil pacte la formación de
una sociedad política, entendida como cuerpo de personas especializadas en la gestión,
conducción, coordinación y dirección de la sociedad civil.
Esta sociedad política no es otra
cosa que el Estado.
En este punto, Locke sentó las
premisas de la democracia política, que el entendía reducida a los propietarios. Dividió el poder
del Estado en cuatro instancias: el poder moderador y protocolario,
representado por el rey; el poder legislativo, cuya función es elaborar las
leyes, representado por el parlamento; el poder ejecutivo, cuya función es
aplicar aquellas leyes, es decir, el gobierno, y finalmente el poder judicial, cuya función debía
ser arbitrar en caso de conflicto entre las otras tres instancias (Política).
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