La obra de Santo Tomás de Aquino
La obra cumbre de Santo Tomás de
Aquino es la monumental recopilación conocida como Suma Theológica; en ella se
encuentran los temas clásicos del cristianismo:
Dios: su existencia, su naturaleza, sus atributos.
La creación del mundo.
El hombre y su alma.
El gobierno y el orden divino o providencial.
El problema central del pensamiento tomista es el de la relación entre
la filosofía (que sería la razón) y la teología(es decir, la revelación), Que
Santo Tomas resolvió de modo ecléctico, señalando la existencia de tres
tipos de verdades, dispuestas en orden jerárquico:
La verdad teológica, solamente conocida a través de la revelación de
Dios a los hombres.
La verdad filosófica, es decir, la no revelada, pero a la que el hombre
ha podido llegar por el uso de sus propias facultades racionales.
La verdad mixta; o conjunto de verdades reveladas, que posteriormente el
hombre ha sido capaz de comprobar o verificar mediante su propia razón.
En la obra de Santo Tomas no existe contradicción o incompatibilidad
entre la fe y la razón. Esta última puede funcionar con plena libertad, sin
temor a encontrar en el mundo nada que sea opuesto a la fe, siempre que la razón
proceda rectamente, es decir según los fundamentos del cristianismo. Sin
embargo, la razón choca en ocasiones con verdades de la fe que le son
absolutamente impenetrables y por tanto, incomprensibles. Por otra parte, a
pesar de que a veces Santo Tomas coloca razón y fe en un plano de igualdad, con
el fin de conciliarlas, lo cierto es que en última instancia, considera que la
fe prevalece sobre la razón.
Uno de los puntos de distinción entre San Agustín y Santo Tomás es que ,
mientras que aquel buscaba la verdad en una vivencia de su subjetividad, es
decir, realizando la introspección o el análisis de sí mismo, de su pensamiento
íntimo, el segundo la busca en el exterior, en lo objetivo. Así, Santo Tomás consideraba que el hombre solo puede acceder
a la verdad mediante el recurso a la experiencia sensible. Esto es, el
conocimiento únicamente es posible a través de los sentidos y la ideas generales
o universales, abstracciones elaboradas desde la realidad sensible. En este
planteamiento radica la teoría del conocimiento tomista, la más próxima al
sentido común no filosófico y que en filosofía se conoce con el nombre de realismo empirista moderado (en lo empírico
cabe identificar lo practico)
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