domingo, 25 de mayo de 2014

Buscando la ruta de retorno (Cristóbal Colón ,primer viaje)



Buscando la ruta de retorno (Cristóbal Colón ,primer viaje)

Cristóbal Colón salió alrededor del 23 de enero y escribió en el diario:
“esta noche hubo muchos cambios de vientos”.
 El 25 de enero se encuentran en el meridiano 60°; el 1° de febrero se encuentran en el 55°; el 3 de febrero, en el 50°.Colon hace la observación:

 “la Estrella Polar se hallaba tan alta como en el Cabo San Vicente en Portugal”

Observación bastante cercana a la verdad y excepcional para haber sido hecha a simple vista, sin instrumento alguno. Colón se encontraba en el paralelo 35°, mientras que el Cabo  San Vicente está en el 37°.
Cristóbal Colón sabe perfectamente que las islas más occidentales de las Azores están en el mismo  paralelo del Cabo San Vicente y las otras se hallan un poco más a l norte y pone proa a levante.
Pareciera que Colon prefirió no  llegar a las Azores ya que allí están los portugueses.
Hasta este momento según el diario hubo mucha calma y queda reflejado en el diario de esta manera:

El 22 de enero
 "los indígenas se lanzaron al mar para nadar"

El 23 de enero

"el mar sigue  tranquilo como un rio, gracias infinitas a Dios"

El 29 de enero  

“el aire es muy suave, como abril en Castilla; el mar muy apacible, gracias a Dios y la temperatura bastante agradable”

El 3 de febrero:

“mar muy tranquila”

Pero para entre los días 12 y 13

“relampagueo tres veces hacia el nordeste”

Es señal de que aquella zona, o de la contraria, debía venir una tempestad grande. Y es en este punto donde los cálculos y los razonamientos ya no cuentan, ya no significan nada, ya no valen.
Entran en juego fuerzas incontrolables, inaplacables: las fuerzas de la naturaleza. Y llega la tempestad, una de las peores tempestades que se puedan encontrar en el Atlántico. El almirante debía haber visto y sufrido algunas parecidas, en el Mediterráneo y el Atlántico en la larga experiencia marinera, mucho antes al viaje del descubrimiento y aquí actuó con pericia y sangre fría. El navegante ordeno navegar a la capa; la vela de papafigo según el viento y el timón al contrario, esto significa poner la nave casi de través contra el viento y así por acción del viento sobre las velas y el casco la nave derive lateralmente con una velocidad nula y se crea una estela contra la cual estrellan las olas antes de alcanzar la nave.
Otro tanto hizo Martin Alonzo Pinzón, pero la terrible tempestad separo las dos naves.
Colon y los marineros se encomendaron a las fuerzas celestiales.
Colon ante la furia de la tempestad escribe en un pergamino y documenta el descubrimiento, allí habla de las tierra que prometió descubrir de la bondad de los países y la calidad de sus habitantes y como se habían convertidos en vasallos de la Corona.
Un pergamino fue puesto en un barril bien cerrado y lanzado al mar. Los marineros no se asustaron, porque creyeron que era una promesa de las tantas que hacían a la Virgen María. Otro barril con otro pergamino fue amarrado en lo alto de la popa, porque si se hundía la nave permanecería al menos bajos las olas del mar, a esperar que alguien lo encontrara, este barril se salvó junto con La Niña, el otro jamás fue encontrado.







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